Belleza natural, la playa Joao Fernandinho, en Buzios

Fernandinho

Continuando con nuestro recorrido por las playas de esta hermosa localidad, nos toca el turno de pasar a la hermana menor de Joao Fernandes.

Situada a escasas decenas de metros de ella, esta playa presenta tanto atractivos similares a las de su hermana como también nuevos desafíos.

¿Cómo podemos acceder a esta playa?

Recurriendo a distintos medios de locomoción: taxis, vans, taxis acuáticos o a pie.

Los taxis acuáticos nos dejan justo en su orilla. Las vans y los taxis, en cambio, nos dejan en la explanada de acceso a Joao Fernandes. Una vez allí, tenemos tres opciones. La primera y más sencilla de ellas es continuar con el vehículo unos doscientos metros más hacia la derecha, hasta llegar a una escalera de acceso a la playa, bien demarcada y mantenida. Este último detalle es característico de Buzios: todas las playas tienen señalizados sus caminos de acceso desde las calles o avenidas principales, de manera tal que todos aquellos que las visiten sepan como llegar.

buzios

Al ir descendiendo por esta escalera nos veremos rodeados por árboles de mediana altura y arbustos que nos dejan ver solamente el camino y el cielo, semejante a un pequeño bosque entre el asfalto y la arena. Si hacemos poco ruido y tenemos suerte, podremos ver algunos lagartos pequeños: no se asusten, son inofensivos y huyen ante el menor movimiento, pero los podemos llegar a fotografiar.

Como segunda alternativa, y si estamos con ganas de realizar algún esfuerzo físico moderado, se puede recorrer a pie esa misma calle de acceso, en donde nos vamos a encontrar con una subida (y un descenso posterior) que se aproxima a los 45° de inclinación. En su punto máximo se encuentra un mirador desde el que se tiene una vista increíble de ambas playas y del frondoso entorno, así como también una vista panorámica de todos los hoteles y posadas construidos en las laderas de los morros.

Buzios

La tercera opción, que en mi opinión es la más atractiva y que más desafíos presenta, es el acceso entre playas a través de las rocas. Recorrido de unos 150 metros, de exigencia media, el trayecto requiere unos diez o quince minutos en transitarlo y es necesario contar con unas buenas ojotas -nada de calzado deportivo- o directamente las plantas de los pies. En ambos casos hay que evitar que estén mojados.

A lo largo de este sendero tendremos que usar la cabeza y el cuerpo entero para encontrar cuál es el camino más apropiado: nos encontraremos con rocas que nos obligarán a saltar, caminar por espacios reducidos, inclinarnos o utilizar la fuerza de los brazos para poder ascender. No obstante, cualquier segmento del trayecto es ideal para tomar fotos, contemplar el paisaje, acostarse a tomar sol o descansar, y si somos buenos observadores podemos encontrar cangrejos ermitaños pequeños y caracoles de tamaño considerable. El mar no es profundo al costado del sendero, si uno desea puede descender desde las rocas hasta el agua -cuidadosamente- y luego volver a éste, aunque lo ideal sería permanecer seco.

Una vez en la playa, nos encontramos con una franja de arena que no supera los cien metros de largo por doce de ancho, enmarcada y parcialmente cubierta por las ramas de los árboles. Es una playa mucho más tranquila que Joao Fernandes. También en esta – con menos opciones para consultar- se puede contratar alguna de las sombrillas o bien colocar una manta en la arena. Aquí también se ofrecen botes, tablas de stand up o equipos de snorkel/buceo, aunque en una menor variedad. Es recomendable el snorkel en esta playa siguiendo la línea de las rocas (sería como recorrer el sendero pero desde el agua): no se corre ningún peligro al no haber corrientes que nos arrastren, no hace falta más que algún ocasional braceo o pataleo y a un ritmo muy tranquilo podemos llegar hasta la otra orilla observando la fauna marina de este sector de Buzios.

En el otro extremo de la playa encontramos otro sendero, de mayor dificultad, que si lo atravesamos nos llevará hacia otra vista impresionante, la del extremo de Buzios que da al mar abierto. Inmejorable para las fotografías, aunque su acceso es complicado por la exigencia física que implica. También se puede acceder haciendo snorkel pero con más cuidado porque aquí ya las corrientes marinas afectan un poco la tranquilidad del mar.

En conclusión: Fernandinho, playa pequeña pero con muchísimas opciones. De difícil acceso, pero hermosa para pasar una tarde desenchufados de todo y en relax total. ¡Muy recomendable su visita!

¡Muchas gracias Rodrigo Dias!

  • Tourism Experience
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