
Buenas tardes a todos, a continuación les voy a contar un poco mi experiencia viajera en la ciudad austral de Ushuaia, Argentina.
Este viaje lo veníamos planeando con mucha anticipación debido a que por cuestiones laborales, no podíamos decidir de un día para otro, irnos de viaje. Fue así que luego de pensar varios destinos, decidimos que Ushuaia en invierno podía ser uno de los mejores dentro de nuestro país.
El día Viernes 28 Agosto, a las 4:45 AM partimos junto a mi novia, Sofi, de Aeroparque, -el aeropuerto de cabotaje Argentino- hacia la ciudad de Ushuaia.
Ese día nos levantamos tempranísimo (el día anterior habíamos trabajado ambos), por ende nuestras horas de sueño no eran muchas. La verdad, era tanta la excitación que no nos afecto un ápice las 2 horitas que habíamos intentado relajar nuestras mentes.
Llegados al aeropuerto, realizamos el pre-embarque en LAN (Cabe mencionar que le han dejado un espacio ínfimo, Aerolíneas Argentinas copó todas las instalaciones y counters existentes). El trámite fue súper rápido y dinámico, así que velozmente nos encontrábamos sentados en la terminal esperando a la salida de nuestro vuelo.
Volamos muy bien, sin problemas ni turbulencias, mientras Sofi intentaba dormir y yo escuchaba el ultimo cd de los Strokes, (les cuento que me gusta viajar con música, siempre).
Al arribar a Ushuaia, esperamos nuestras valijas que gracias a Dios aparecieron rápidamente y al salir nos estaba esperando el operador receptivo con el cual íbamos a hacer gran cantidad de actividades en la ciudad, «Tiempo Libre».
Julio nos llevó al hotel, Hostal del Bosque, y nos informó un poco cómo iba a ser nuestro cronograma en la ciudad ya que íbamos tan sólo por unos 4 días.
Como llegamos temprano, no pudimos ingresar a la habitación, fue por eso que dejamos las valijas y le dije a Sofi – «¿Vamos a dar una vuelta por la ciudad?». Ella obviamente asintió y así fue como nos abrigamos un poco y salimos a caminar la bella ciudad de Ushuaia que nos esperaba resplandeciente, soleada y sobre todo, muy fría.
Estábamos muy cerca del centro – a unas 4 cuadras-, y como Ushuaia es una ciudad relativamente pequeña no se nos hizo complicado ubicarnos en ella.
Lo primero que hicimos fue caminar el centro, con sus calles congeladas, y llenas de nieve que le brindaban al paisaje un color blanco nunca antes visto (al menos por mi).
Luego de caminar las 8/9 cuadras que tiene el centro, hacer unas consultas en el centro de visitantes, recorrer algunos locales comerciales, bares, restaurantes y demás, fuimos a conocer el tan conocido «Museo del Fin del Mundo».


Una vez llegados, (está un poco escondido, les avisamos por si no lo ven a simple vista) pagamos el ingreso al mismo que cuesta $120 por persona. (ACLARACIÓN: si son estudiantes y llevan su credencial, tienen un 50% de descuento).

Al ingresar faltaba bastante tiempo para el horario de la visita guiada así que empezamos a recorrerlo por nuestros medios leyendo los diferentes letreros. Inicialmente visitamos la parte del museo que exhibe la colección de las conquistas marítimas, donde vimos las diferentes expediciones que se llevaron a cabo en la isla y luego pasamos al presidio en el cual el «Petiso Orejudo» nos estaba esperando.


Apunte la cámara, la preparé para tomar las mejores tomas para nuestro vídeo de Tourism Experience, e ingresamos a la cárcel. Nos impactó esta zona del museo, muy bien cuidada y representada la época en la cual se desarrolló. En la misma vimos los diferentes calabozos con algunos de los presos mas famosos. La hace muy divertida y didáctica el hecho de que hay estatuas representando a los diferentes presos de la época. Los muñecos están realmente muy bien logrados.
Cuando íbamos a ingresar a la parte histórica, (la han dejado tal cual era en su momento), escuchamos la voz de la guía llamando a los turistas que allí nos encontrábamos.
Aprovechamos y realizamos toda la visita, con la guía explicándonos (recomiendo que la usen para poder comprender toda la historia del edificio), y ahí visitamos también el Faro del fin del mundo. Un faro que no parece el que todos pensamos, ya que es mas bien bajo y ancho.
Al dejar el Museo, fuimos a comer a una parrilla bien local, primero para calentarnos un poco y luego para alimentarnos ya que honestamente teníamos hambre. Amé la milanesa de la parrilla que tenia un tamaño aproximado de 2 metros, jaja.
Después del rico almuerzo, atinamos a descender hacia su costanera para emprender así la navegación del canal de Beagle.

Una vez arriba del Catamarán, empezamos a navegar por el canal mientras la guía nos iba contando sobre los lobos marinos, cormoranes y el Faro del fin del mundo. Sofi se volvía loca para sacarse fotos, mientras yo lo único que hacia era fotografiarme con la remera de Boca (una de mis pasiones mas grandes) y la gorra de Tourism que siempre llevo de manera fiel a todos los destinos que visito.


Terminada la excursión marítima decidimos volver al centro de la ciudad por un chocolate caliente que muy entusiasmados nos tomamos, y luego de eso, pasamos por un supermercado donde hicimos algunas compras y ahí si emprendimos la vuelta al hotel donde caímos realmente extenuados.
La habitación del hotel era realmente muy linda, tenia una cama king size pero les juro que muy king, era ¡inmensa!.
Al día siguiente hicimos la excursión del Lago Escondido y Lago Fagnano. A las 8 AM ya estabamos despiertos bien abrigados y esperando por el vehículo que nos iba a pasar a buscar con su guía para recorrer ambos lagos.
La excursión fue realmente muy linda, pudimos tener una visión de las laderas montañosas todas nevadas que fue algo asombroso. Lo primero que visitamos ese día fue la base del Cerro Castor, que es un centro de Ski impresionante, con una gran infraestructura aunque no practicamos este deporte debido a que no entraba en nuestro presupuesto (Es realmente costoso pasar un día de ski en ese centro, costoso en serio).
Fotografía va, fotografía viene, filmamos algunas tomas para el vídeo turístico de Tourism y seguimos viaje para ahora si llegar al lago Escondido.

No es broma que está escondido, realmente no se ve, es un lago que esta inmerso en un valle que si no lo caminas en su extensión, no lo ves. Cuando lo visitamos estaba congelado, les juro que fue una situación muy exótica, ¡aguas congeladas sólo había visto en las películas! Nuevamente, una breve explicación de la guía debajo de la combi, algunas fotos y arriba a calentarnos un poquito (ese día hacia 0 grados, estaba muy duro para los que no estamos acostumbrados).
Seguimos camino hacia el Lago Fagnano, que se encuentra en el mismo valle pero más elevado, y para conocerlo se hace a través de un mirador, no lo «pisas» como si pudimos hacer con el Escondido. La vista que hay es tremenda, ves lago, montaña toda nevada y algún que otro animal que anda por ahí, es una postal perfecta.

La excursión no finalizaba ahí, aun nos quedaba ir a andar en moto de nieve e ir a comer el exquisito cordero que tan famoso es en la Patagonia Argentina.
La moto de nieve fue genial, fuimos con Sofi siguiendo al guía, manejamos un rato cada uno, les digo que si alguna vez vivo en una zona de similares características, una de las inversiones que haría seria esa, tener mi propia motito de nieve. ¡Me encantó!.

Después fue momento de realizar la última actividad de la excursión que era ir a almorzar cordero. Ni bien entramos al restaurant no se van a imaginar a quien nos encontramos. ¡Si, a Dustin Luke! El joven estadounidense que ama a Argentina, de hecho nos fotografiamos con él y le contamos un poco de nuestro blog, de lo que hacíamos y hacia donde aspirábamos. Él, muy buena onda, se quedó charlando con nosotros y de hecho al finalizar nuestro almuerzo nos dijo –«Chicos, ¿Por que no grabamos un vídeo para su pagina?«- y así fue, hicimos un vídeo con Dustin mandando un saludo a todos nuestros seguidores. Una experiencia rara, pero a la vez muy gratificante que a un personaje público como él le atraiga tanto algo que hacemos nosotros.

Así fue como se pasó el día y volvimos a la ciudad para terminar con la excursión. Ese día nos dejaron en el centro, recorrimos algunas partes que no habíamos visitado, y volvimos para el hotel, a la espera del próximo día de viaje.
Al día siguiente, a las 7 AM arriba (creo que estamos madrugando más que en nuestra rutina diaria, jaja). Ese día íbamos al Parque Nacional Tierra del Fuego. La combi con todos los pasajeros, tomó un rumbo distinto al de la excursión del día anterior y salimos para el parque Nacional que se encuentra ubicado a unos 11 kilómetros de la ciudad.

Una vez ingresados al parque, fuimos a la estación del Fin del Mundo para tomarnos el tren del mismo nombre.

Es un tren turístico/ecológico que funciona a vapor y va recorriendo unos 8 kilómetros dentro del parque. (Hay que aclarar que se puede visitar el parque a través del tren, por una excursión marítima o por vía terrestre en auto privado). Nos pareció una linda experiencia conocer el tren y recorrer el parque así.
Una vez finalizado el recorrido del tren, volvimos a encontrarnos con la combi que nos transportaba y fuimos a conocer el Lago Roca, donde se puede apreciar una vista impresionante y se tiene la posibilidad de pisar los Turbales, que son una especie de vegetales compactados, que se agrupan en zonas donde el relieve está deprimido. La situación de caminarlos es extraña debido que parece que pisáramos pasto con barro, y al caminar el suelo parece estar flojo, como si fuéramos a caernos.

Nos quedamos un buen rato admirando la belleza natural única del lugar, yo aproveche a tirar un par de piedras al lago (Actividad que amo desde que soy niño, ja) y luego fuimos a la cafetería que posee el parque para tomar un rico chocolate caliente y así minimizar los efectos del frío.
Pasada una media hora de descanso, seguimos por la ruta Nacional 3, dentro del parque, hasta que llegamos al final de la Bahía Lapataia – lugar donde termina dicha ruta, no hay más carretera posible de recorrer- y aquí también aprovechamos a sacar fotos, a caminar la pasarela de madera muy linda que el Parque ofrece y a disfrutar de nuestros últimos momentos en este lugar.

Ya a la vuelta, en la combi fuimos viendo los cauquenes (animal típico del parque, tienen una forma similar a un ganzo), y distintos tipos de flora, como el guindo. Lo que sí no alcanzamos a observar son los castores (que son plaga y tan mal le hacen al parque), debido a que con el frío, no se los puede ver, están guarecidos.
Finalizado el tour, llegamos a la ciudad de Ushuaia donde compramos algo para comer (estábamos voraces) y fuimos al hotel a descansar un poco el resto del día, mientras Sofí se ponía linda y se arreglaba para luego ir a cenar mientras yo, tirado en la cama, miraba como Boca le ganaba a Gimnasia sobre la hora con gol del comandante Chavez por 2 a 1 y se ponía puntero en la liga de Argentina (Bostero siempre y en cualquier situación jaja).
Nos recomendaron cenar algún día centolla o trucha fueguina, y fue así que esa noche decidimos ir por eso. La centolla nos parecía un poco asquerosa (la forma en la que se sirve) y fue por eso que nos dirigimos a “Chicho´s” a degustar la típica Trucha Fueguina. Nos encanto la trucha, y la verdad pasamos una velada muy linda. Siempre recomiendo probar la comida típica de las ciudades y más si pueden hacerlo en bodegones locales (generalmente utilizados por los habitantes nativos) como en este caso lo fue “Chicho´s”.
Nos fuimos a descansar ya que nos esperaba el último día, en el cual realizamos algunas compras de último momento, y volvimos al hotel a esperar el transfer para ir al aeropuerto y volver a Buenos Aires. A medida que pasaba el día, una tormenta de nieve se iba generando y a su vez, la luz en el aeropuerto se cortó durante varias horas, lo que retrasó bastante nuestro vuelo. Para ser honestos, hubiéramos preferido que el corte durara muchísimo mas, así podíamos seguir disfrutando de ésta preciosa ciudad austral.
Se terminó el viaje, la mini escapada al sur de nuestra bella Argentina. Los mejores recuerdos nos quedan de estas tierras que son totalmente recomendadas para cualquier viajero que desee conocer un lugar único, que no existe en otras partes del mundo. A todo esto, agreguemos que lo hice con Sofi, una compañera de ruta única, lo que lo hizo aún más lindo y divertido.
Espero está experiencia compartida les haya gustado, les haya servido en caso de querer visitar la ciudad y como siempre los invito a ver el vídeo que hicimos de nuestro viaje. Ahhh y me olvidaba, gracias por leernos, Tourism Experience se nutre de las experiencias de todos y cada día somos más, lo que realmente nos pone contentos y emociona a flor de piel.
- Francisco Pintado
- Tourism Experience
¡Salud viajeros!
- Francisco Pintado
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